Es el aparato eléctrico que más consume en casa después de la calefacción. Así podemos rebajar su consumo

La calefacción puede hacer que la factura de la luz se dispare, pero no es el único aparato que debemos de tener vigilado

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Teniendo en cuenta que la factura de la luz no para de subir, cada vez son más los usuarios que se preocupan por el consumo de sus dispositivos y electrodomésticos. Hay ciertos trucos que podemos seguir, así como también algunos gadget que van perfectos para reducir el consumo. Ahora bien, la clave está en saber lo que tenemos en casa y cuál es, de forma aproximada, su consumo habitual.

Puede que suene demasiado obvio, pero no todos los electrodomésticos o dispositivos que tenemos conectados a la corriente gastan la misma electricidad. Entran en juego muchos factores al respecto, como la eficiencia energética. Lo más lógico sería pensar que los que más electricidad 'tragan' son aquellos que siempre están conectados (como el frigorífico), pero nada más lejos la realidad. El que más gasta es uno imprescindible y que, si cuidamos bien, puede ser un enemigo natural para nuestra factura de la luz.

El termo eléctrico puede ser nuestro peor enemigo

Como hemos dicho un poco más arriba, es complicado establecer un consumo preciso que se pueda aplicar a todos los usuarios. Ahora bien, siempre se pueden dar unos baremos o una estimación en función del tipo de dispositivo y del uso que le damos. Eso mismo es lo que ha hecho el portal CommentÇaMarche para Francia, y gracias a esta información podemos desentrañar fácilmente cuál es el electrodoméstico que más consume de nuestro hogar.

Como es de esperar, la calefacción es lo que más consume. Según el citado medio, los calefactores o radiadores pueden llegar a quedarse con el 66 % de la factura de la luz, es decir, dos tercios del total. Esto va a depender de ciertos factores, aunque un consumo tan elevado es más probable si tenemos una gran casa y no la tenemos lo suficientemente bien aislada. De hecho, la cosa se vuelve peor todavía en zonas donde la climatología es mala.

Ahora bien, justo después de la calefacción, ¿cuál es el electrodoméstico que más consume? En este punto podemos pensar que es quizás es el horno (consumo medio de 130 kWh al año), la lavadora (100 kWh) o el frigorífico con congelador que todos tenemos en casa (350 kWh), pero no. Todos estos dispositivos consumen mucho menos que un termo eléctrico.

Termo eléctrico Imagen: Xataka Smart Home

Basándonos en los datos de Endesa, el consumo anual de un termo eléctrico puede variar entre los 400 y los 3.000 kWh, una auténtica barbaridad si lo comparamos con los datos de otros electrodomésticos. Como todo, este dato de consumo oscila en función de muchos factores, como la potencia del calentador, su capacidad o las personas que vivamos en casa.

El consumo de este tipo de dispositivos aumenta notablemente si subimos mucho la temperatura, pero eso no es lo único que debemos de tener en cuenta. Los termos eléctricos también tienen un consumo en reposo, que aunque no es tan elevado como el anterior, también suma en la factura de la luz. Este consumo se produce cuando el termo trata de compensar la diferencia de temperatura con el exterior para mantener el agua a una determinada temperatura.

¿Qué podemos hacer para reducir su consumo?

Como es obvio, prescindir de uno de estos dispositivos es inviable si no queremos morir congelados en la ducha. Es obvio que no todos los termos son igual de eficientes que otros, por lo que apostar por un nuevo termo eléctrico que consuma menos es una idea que no podemos descartar. Ahora bien, si no queremos (o no podemos) adquirir una nueva unidad, estos son algunos trucos o consejos que podemos aplicar para reducir el consumo:

  • Ajustar la temperatura: a mayor temperatura, mayor será el consumo eléctrico. Con que coloquemos la temperatura entre 45 y 50 grados, debería de ser más que suficiente para prácticamente cualquier uso doméstico que le vayamos a dar al agua caliente. Si subimos por encima de los 60 grados, el consumo eléctrico se puede disparar fácilmente.
  • Evitar baños prolongados: a casi todo el mundo le gusta darse un baño, pero la realidad es que en ellos se va mucha más agua (y, por tanto, consumo) que con una ducha. Como pequeño consejo, también merece la pena cerrar el grifo mientras nos estamos enjabonando.
Worker Repairing Water Heater 1 Foto: Freepik
  • Instalar filtros de agua en los grifos: existen unos filtros de agua, llamados perlizadores, que sirven para ahorrar en el consumo de agua. Gracias a los mismos, por extensión, podemos conseguir que el calentador sea más eficiente y no tenga que calentar tanta cantidad de agua. No son caros, así que es una buena alternativa para ahorrar sin gastar una fortuna.
  • Utilizar un temporizador o un enchufe inteligente: un temporizador nos puede permitir hacer que el calentador esté funcionando solo en aquellas horas que es necesario. Por ejemplo, podemos encenderlo un poco antes de nuestra hora habitual de ducha y apagarlo el resto del día. Si nuestro termo no tiene esta funcionalidad, nos podemos valer de un enchufe inteligente.
  • Aprovechar el modo ahorro de energía: dependiendo de nuestro modelo o fabricante, es posible que el termo que tenemos en casa tenga 'modo ahorro' o 'modo eco'. Estos son muy útiles para evitar un consumo excesivo, ya que sirven para minimizar la energía necesaria para calentar el agua.
calentador electrico Imagen: Xataka Smart Home
  • Llevar a cabo un buen mantenimiento: si tenemos descuidado nuestro calentador, no solo se puede romper, sino que además también puede provocar un aumento del consumo. Es importante que limpiemos las resistencias de forma periódica, así como la eliminación de sedimentos.
  • Reparar las fugas: aunque sean mínimas o casi imperceptibles, una fuga de agua es terrible para el consumo eléctrico. Estas provocan una pérdida continuada de agua caliente, lo que obliga al calentador a seguir gastando electricidad para calentar el agua.
  • Invertir en aislante térmico: todo lo que sea reducir la pérdida de calor es importante, de ahí que merezca la pena invertir en aislante térmico para tanque y tuberías. De esta manera, la temperatura del agua se mantendrá alta más tiempo, reduciendo así el consumo.

Imagen | Lotus Design N Print en Unsplash (con edición)

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